lunes, 27 de junio de 2016

El bien y el mal


La relación existente entre la sombra y el ego constituye un verdadero problema, un problema que resulta relevante en la tradición cristiana. Para la Biblia las diferencias existentes entre bien y mal son muy claras: en una parte está Dios, que es el bien y en la otra está el Diablo, que es el mal. Dios castiga al mal porque desea que el ser humano sea bueno. El Nuevo Testamento sostiene la opinión de que si un individuo cede al mal y lleva a cabo malas acciones su alma inicia un proceso que termina conduciéndole a la degradación y destrucción. .....
Pero la tradición cristiana original reconocía de que el mal se halla dentro de cada uno de nosotros, la oposición y la discordia forma parte integral de cada uno de nosotros. San Pablo, por ejemplo, se daba cuenta de que la sombra se hallaba en su interior, sabía que esa era su condición....Por eso dijo: "Porque el bien que quisiera hacer no lo hago pero el mal que no quisiera hacer lo hago"
Más tarde, esta comprensión profunda se ensombreció y los cristianos terminaron identificándose exclusivamente con el bien y se dedicaron a tratar de ser exclusivamente buenos. Pero de ese modo lo único que lograron, fue perder rápidamente el contacto con la sombra.
Más tarde (como evidencia lamentablemente la historia de la edad media) la iglesia cometió otro error fatal. A partir de entonces no solo eran malas las acciones sino que también lo eran las fantasías y una persona podía ser considerada mala tan sólo por pensar en malas acciones....
Como resultado de todo ello la gente comenzó a negar y reprimir su vida imaginaria...De este modo fue abriéndose un verdadero abismo entre el bien y el mal.      JA Sanford


Poco importa que creas que el dinero es poder o que el conocimiento es poder...siempre que no carezcas de ninguno de los dos, porque es, en definitiva, lo que hagamos con el conocimiento o con el dinero lo que determinará si son liberadores o terminan convirtiéndose en una trampa.


La trama sobre la cual subyace la dinámica de cualquier grupo humano, está vinculada con el instinto gregario: se comparte un territorio, una serie de códigos...y con ello los múltiples egos que conforman ese grupo, mecánicamente establecen un sistema de defensas respecto de todo lo "diferente". Desde el instinto: lo diferente es peligroso (algo que puede traer pestes, quitar territorio, instaurar nuevos líderes....). Así de animalmente funciona el humano, por más que se disfrace de ideologías; ésta es la base primitiva del racismo, xenofobia y otras actitudes segregacionistas (=segregar lo diferente).     VGawel



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